Era lunes y la sala estaba llena de corazones a pelo, esperando a ver qué le contaba esta bruja llena de misterios conocidos. Un lujo, para mí, que me quisieran volver a ver.
No sabía qué iba a contar pero sí lo que quería decir.
Sólo tenía que dejarme vivir por ellos para encontrar las
respuestas.
Y así fue.
Como nunca sé el tiempo que invierto en sentir , pudo ser
casi una hora lo que duró ese enlazar frases con sentido sólo para nosotros;
los habitantes de esos versos como azadas.
Reservado el derecho de comprensión;
Se celebra,
y se siente.
Ellos, entre medias, se expresaban (alucinante la forma de
ser libre para hablar, algo que me ayuda a saber que estoy más cerca de ese
mundo que de el llamado cuerdo):
Y me preguntaban y yo intentaba aprender a la vez que
respondía.
Y así sucedieron los minutos mezclando risas y tristeza.
¿Deberes para el próximo día? convertirnos en buscadores de
momentos hermosos.
A ello deberíamos dedicar nuestros días;
no hay mejor empresa emocional.
Yolanda, sintiendo el primer día.
Yolanda, sintiendo el primer día.
Primer dia de apuros,vergüenzas y pudor,pero la alucinante forma de ser libre para hablar es solo desde el marco de la quinta planta,donde nadie juzga,ni juega a opinar,esta necesidad de que nos podamos escuchar ,y que no se nos trague por la indiferencia.
ResponderEliminarMayte con y griega